Arroz Frito Con Ajo (Receta Fácil y Rápida)

Sencillo y delicioso, este arroz frito con ajo transforma las humildes sobras en un plato irresistible. Con el equilibrio adecuado entre bordes crujientes y un intenso sabor a ajo, esta receta se convertirá rápidamente en una de las favoritas de la familia.

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Primer plano de arroz frito con ajo con huevos revueltos y cebollas verdes en un recipiente verde claro, que muestra la textura del arroz y las guarniciones.

Si hay un plato que siempre tengo en el bolsillo para una comida rápida, es el arroz frito con ajo. Esta receta toma algo tan simple como las sobras de arroz y lo convierte en un plato crujiente, con ajo y totalmente satisfactorio. Puedes prepararlo como acompañamiento o convertirlo en la estrella de tu comida. De cualquier manera, siempre es un acierto.

La mejor parte es que está listo en minutos, por lo que es perfecto para cuando necesitas algo rápido y delicioso.

Por qué creemos que te encantará esta receta

Rápido y Fácil. Esta receta es un salvavidas cuando necesitas algo rápido. Con solo unos pocos ingredientes básicos y una preparación mínima, puedes tener un plato delicioso en la mesa en poco tiempo.
Perfecto para las sobras. ¿Te sobró algo de arroz? ¡Esta receta está hecha para ello! La textura más seca del arroz del día anterior es ideal para obtener esos trozos deliciosos y crujientes.
Versátil. Ya sea que lo mantenga simple o agregue algo de proteína o verduras, este arroz frito con ajo es totalmente adaptable a lo que tenga a mano. ¡Hazlo tuyo!
Grande en sabor. La combinación de ajo, aceite de sésamo y salsa de soja le da a este arroz un sabor intenso y sabroso que se siente como algo más que la suma de sus partes.
Combina con todo. Es el acompañamiento perfecto para platos principales como el mío. pollo con sésamo y miel, salteado de camarones teriyakio pollo a la naranja fácilpero también es una comida ligera por sí sola.

Descripción general de ingredientes

Arroz Blanco Cocido. El arroz sobrante es el protagonista de este plato. El arroz del día anterior funciona mejor porque es un poco más seco, lo que ayuda a lograr esos trozos crujientes que todos amamos. Si no te sobra arroz, puedes usar arroz recién cocido; simplemente déjalo enfriar durante unos 20 a 30 minutos para que la humedad se evapore un poco. Si lo prefieres, también puedes usar arroz integral o arroz jazmín, aunque el arroz integral tendrá menos nueces y será más masticable.
Ajo. El ajo fresco es clave para conseguir ese sabor intenso y aromático. Asegúrate de picarlo finamente para que se cocine uniformemente sin quemarse. Si no tienes ajo fresco, ½ cucharadita de ajo en polvo puede funcionar, pero el ajo fresco realmente hace una gran diferencia en esta receta.
Salsa de soja. La salsa de soja agrega ese sabor umami profundo y sabroso que une todo. Si necesita una opción sin gluten, el tamari o una alternativa de salsa de soja sin gluten funcionan igual de bien. También puedes usar aminoácidos de coco si evitas la soya, aunque el sabor será un poco más dulce.
Aceite de sésamo. Este aceite le da al plato un rico sabor a nuez y generalmente se agrega al final para mantener fuerte su aroma y sabor. Si no tienes aceite de sésamo, puedes omitirlo, pero realmente realza el sabor. Un chorrito de aceite de oliva con una pizca de semillas de sésamo puede ser una solución, aunque el sabor no será tan intenso.
Mantequilla o Aceite Vegetal (para cocinar). La mantequilla combina maravillosamente con el ajo y el huevo (si se usa). Si prefieres un sabor más neutro, puedes utilizar aceite vegetal para sofreír el ajo y el arroz. También puedes utilizar aceite de canola o girasol.
Cebollas verdes (opcional, para decorar). Las cebollas verdes añaden un toque fresco que complementa los sabores de ajo y sésamo. Si no tienes cebollas verdes, el cilantro o el perejil picados también pueden funcionar.
Semillas de sésamo (opcional, para decorar). Una pizca de semillas de sésamo agrega un poco de crujiente y sabor a nuez al plato final. Si no tienes semillas de sésamo, no dudes en omitirlas.

Consejos para el éxito

Utilice arroz sobrante. El arroz del día anterior es ideal para el arroz frito porque es más seco y menos pegajoso, lo que permite que los granos se separen y queden crujientes maravillosamente. Si solo tienes arroz fresco, extiéndelo en una bandeja para hornear y déjalo enfriar durante al menos 20 a 30 minutos para eliminar el exceso de humedad.
No quemes el ajo. ¡El ajo se cocina rápido! Para evitar que se queme, saltea el ajo a fuego medio y revuelve constantemente. Si empieza a dorarse demasiado rápido, baja un poco el fuego.
Deja reposar el arroz. El secreto para obtener trozos dorados y crujientes en el arroz frito es dejarlo reposar en la sartén durante 1 o 2 minutos antes de revolverlo. Esto permite que el arroz se fríe adecuadamente y desarrolle esa maravillosa textura crujiente. Revuelve de vez en cuando, pero no te excedas.
Sazone al gusto (pero no exagere con la sal). La salsa de soja es naturalmente salada, así que pruebe el arroz frito antes de agregar sal extra.
No escatimes en aceite de sésamo. El aceite de sésamo le da al arroz un distintivo sabor a nuez que lo lleva al siguiente nivel. Agregarlo hacia el final ayuda a conservar su sabor y aroma.
Personalizar. Esta receta es una excelente base para lo que tengas a mano. Agrega un huevo frito, pollo, camarones o algunas verduras salteadas como guisantes o zanahorias.

Almacenamiento y recalentamiento

Almacenamiento de sobras. Deja que el arroz se enfríe por completo antes de transferirlo a un recipiente hermético. Guárdelo en el refrigerador hasta por 3 días. El arroz se endurecerá un poco en el refrigerador, lo cual es excelente para recalentar.

Congelación. Para congelar, divida el arroz enfriado en bolsas o recipientes aptos para el congelador, eliminando la mayor cantidad de aire posible. Se mantendrá bien en el congelador hasta por 2 meses. Cuando esté listo para comer, descongele el arroz en el refrigerador durante la noche antes de volver a calentarlo.

Recalentar. Para obtener mejores resultados, recalienta el arroz en una sartén a fuego medio. Agrega un pequeño chorrito de agua o aceite para ayudar a revivir la humedad y evitar que se seque. Revuelva ocasionalmente y cocine hasta que esté completamente caliente, aproximadamente de 5 a 7 minutos.

Microonda. Si tienes prisa, puedes recalentar el arroz en el microondas. Agregue un chorrito de agua, cubra sin apretar con una toalla de papel húmeda y caliente en incrementos de 30 segundos, revolviendo en el medio, hasta que esté completamente caliente.

Sugerencias de maridaje

El arroz frito con ajo es increíblemente versátil, lo que lo convierte en el acompañamiento perfecto para una variedad de platos. Estas son algunas de mis combinaciones favoritas:

Albóndigas chinas de cerdo. El sabroso arroz con ajo combina perfectamente con estas sabrosas albóndigas.
Pollo Con Miel Y Sésamo. El glaseado dulce y pegajoso del pollo con miel y sésamo contrasta maravillosamente con el arroz frito con ajo.
Salteado De Camarones Teriyaki. Este salteado ofrece una deliciosa mezcla de sabores dulces y salados, y el arroz frito con ajo es el escenario perfecto para absorber la salsa extra. El arroz crujiente agrega textura a los tiernos camarones y verduras.
Pollo A La Naranja Fácil. La salsa cítrica y brillante del pollo a la naranja complementa el intenso sabor a ajo del arroz frito. Esta combinación ofrece el equilibrio perfecto entre dulce y salado, lo que la convierte en una combinación que agradará al público.

Arroz frito con ajo, huevos revueltos y cebollas verdes en un bol verde claro, con palillos y salsa de soja de fondo.

Tiempo de preparación:5 minutos

Tiempo de cocción:10 minutos

Tiempo Total:15 minutos

wok usado si no se usa una sartén

2 cucharadas manteca o aceite vegetal
3 dientes de ajo picada (Nota 2)
1 grande huevo opcional
2 tazas arroz blanco cocido El arroz sobrante funciona mejor (Nota 1)
1 cucharada salsa de soja o tamari para sin gluten (Nota 3)
1 cucharada aceite de sésamo
½ cucharilla vinagre de arroz o jugo de lima (Nota 4)
1-2 cebollas verdes picado (opcional, para decorar)
1 cucharilla semillas de sésamo opcional, para decorar
sal y pimienta al gusto

Calienta la mantequilla (o aceite vegetal) a fuego medio en una sartén grande o en un wok. Agrega el ajo picado y saltea durante 1-2 minutos, revolviendo constantemente para evitar que se queme (Nota 5). Si prefieres los aromáticos como la cebolla o el jengibre, saltéalos ahora.

2 cucharadas de mantequilla, 3 dientes de ajo
Empuja el ajo a un lado de la sartén y rompe un huevo en el centro. Revuelva hasta que esté completamente cocido, aproximadamente 1 minuto. Mezclar el huevo con el ajo (Nota 6).

1 huevo grande
Agrega el arroz, usando la espátula para romper los grumos. Freír a fuego medio-alto durante 3-4 minutos, revolviendo ocasionalmente. Deje que algunos granos se doren dejándolos reposar sin tocarlos durante 1 minuto a la vez (Nota 7).

2 tazas de arroz blanco cocido
Rocíe la salsa de soja y el aceite de sésamo uniformemente sobre el arroz. Revuelva bien para cubrir cada grano. Si usa vinagre de arroz o jugo de lima, revuélvalo ahora para darle un toque brillante y picante.

1 cucharada de salsa de soja, 1 cucharada de aceite de sésamo, ½ cucharadita de vinagre de arroz o jugo de lima
Aumenta el fuego a medio-alto. Fríe el arroz sin tocarlo durante aproximadamente 1 minuto para que adquiera bordes dorados y crujientes. Revuelva una vez para voltear y dorar el otro lado.
Pruebe y ajuste con sal y pimienta según sea necesario (Nota 8). Adorne con cebollas verdes y semillas de sésamo si lo desea. Servir inmediatamente.

1-2 cebollas verdes, 1 cucharadita de semillas de sésamo, sal y pimienta

Utilice el arroz sobrante y frío para obtener mejores resultados. Si usa arroz fresco, déjelo enfriar durante 20 a 30 minutos.
Si te encanta el ajo, puedes utilizar más de 3 dientes. Cuanto más ajo, más fuerte será el sabor; sólo asegúrate de evitar quemarlo.
Use salsa de soja normal para obtener un sabor umami completo o sustitúyala por tamari para obtener una versión sin gluten. Si prefieres un sabor más profundo, considera agregar un toque de salsa de ostras.
El vinagre de arroz o el jugo de lima agregan acidez para equilibrar la riqueza de los aceites y la salsa de soja. Úselo con moderación para evitar dominar el ajo.
El ajo se quema rápidamente y se vuelve amargo, así que vigílelo con atención y revuélvalo con frecuencia. Si empieza a dorarse demasiado rápido, reduce el fuego.
El huevo revuelto aporta sabor y textura. Cocinarlo por separado ayuda a mantenerlo suave y esponjoso en el plato final.
Dejar reposar el arroz durante 1 o 2 minutos mientras se fríe le dará trozos crujientes.
La salsa de soja ya agrega sabor salado, así que pruebe el arroz antes de agregar sal adicional.