Esta quesadilla de pollo con pesto combina pollo sabroso, pesto rico y queso derretido en una tortilla crujiente para una comida rápida y satisfactoria.
No nos cansamos de esta quesadilla de pesto de pollo. Está repleto de sabores vibrantes y ¿la mejor parte? ¡Se junta en poco tiempo! La combinación de pollo tierno, pesto fresco y mozzarella derretida dentro de una tortilla crujiente la convierte en un favorito rápido para el almuerzo o la cena.
Es tan sencillo de preparar como nuestro pan plano con pesto de pollo y ofrece los mismos sabores atrevidos con el mínimo esfuerzo. Para los amantes de las recetas versátiles, esta quesadilla se parece mucho a nuestra envoltura de pollo al pesto – fácil, sabroso y perfecto para los días ocupados en los que todavía quieres algo delicioso.
Por qué creemos que te encantará esta receta
Descripción general de ingredientes
- Tortillas De Harina. Las tortillas grandes funcionan mejor para contener todos los ingredientes. También puede cambiar por opciones integrales o sin gluten según sus preferencias o necesidades dietéticas.
- Pechuga De Pollo Cocida. La pechuga de pollo cocida, una fuente rápida y conveniente de proteínas, absorbe maravillosamente el sabor del pesto. El pollo desmenuzado o cortado en cubitos funciona muy bien, y usar pollo sobrante o asado puede ahorrar tiempo. Puedes sustituirlo por otras proteínas como camarones u omitir el pollo por completo para obtener una versión vegetariana.
- Salsa Pesto. El pesto, la potencia de sabor del plato, aporta una riqueza fresca y herbácea que une todo. El pesto comprado en la tienda funciona perfectamente por conveniencia, pero haciendo el tuyo propio puede realzar aún más los sabores. De cualquier manera, añade un inconfundible estilo mediterráneo.
- Queso Mozzarella. La mozzarella agrega esa textura pegajosa perfecta que se derrite en la boca y que hace que las quesadillas sean irresistibles. Nosotros utilizamos mozzarella de leche entera. El uso de la variedad de leche entera agrega cremosidad y sabor extra que, según he descubierto, no se puede obtener con la variedad parcialmente descremada. Para obtener un sabor más intenso, puedes experimentar con una mezcla de mozzarella y parmesano o provolone.
- tomates cherry. Los tomates cherry añaden una explosión de dulzura y frescura que equilibra la riqueza del pesto y el queso. Cortar los tomates cherry en cubitos ayuda a que se mezclen bien con los demás rellenos. Puede sustituirlo fácilmente por uva o tomates normales cortados en cubitos.
- Hojas frescas de albahaca. La albahaca picada realza el pesto y añade una capa extra de frescura aromática. Esta simple adición le da al plato un toque más gourmet. Combina maravillosamente con otros sabores de inspiración mediterránea.
- Aerosol para cocinar o mantequilla. Engrasar ligeramente la sartén con aceite en aerosol o mantequilla asegura que las tortillas se cocinen hasta obtener un color dorado y crujiente a la perfección. La mantequilla agrega un sabor más rico, mientras que el aceite en aerosol es una opción más ligera. Ambos ayudan a evitar que las quesadillas se peguen y se quemen mientras se cocinan.
Consejos
- Evite el sobrellenado. Tenga cuidado de no sobrecargar la quesadilla con ingredientes para evitar que se derrame y dificulte voltear la tortilla.
- Precalentar la sartén. Precalienta siempre la sartén antes de cocinar la quesadilla para que la tortilla quede agradable y crujiente.
- Use fuego bajo a medio. Cocine la quesadilla a fuego bajo a medio para que el queso tenga tiempo de derretirse sin quemar la tortilla.
- Presione ligeramente mientras cocina. Use una espátula para presionar suavemente la quesadilla mientras se cocina para ayudar a que todo el interior se derrita y mantenga su forma.
- Descanse antes de cortar. Deja reposar la quesadilla por un minuto después de sacarla de la sartén. Esto ayuda a que los rellenos se asienten, lo que facilita el corte limpio.
- Servir inmediatamente. Es mejor servir las quesadillas de inmediato, mientras el queso aún esté derretido y la tortilla esté crujiente.
Almacenamiento y recalentamiento
- Refrigerador. Si le sobraron quesadillas, déjelas enfriar a temperatura ambiente antes de guardarlas. Envuelva bien cada quesadilla en plástico o papel de aluminio, o colóquelas en un recipiente hermético. Guárdelo en el refrigerador hasta por 3 días.
- Congelador. Para un almacenamiento más prolongado, puedes congelar las quesadillas. Envuélvalos individualmente en papel plástico o papel de aluminio y colóquelos en una bolsa apta para congelador. Guárdelo en el congelador hasta por 2 meses. Cuando esté listo para comer, descongélelo durante la noche en el refrigerador y vuelva a calentarlo como se menciona a continuación.
- Recalentar. Para recalentar, coloque la quesadilla en una sartén a fuego medio durante 2-3 minutos por lado hasta que esté crujiente y completamente caliente. Alternativamente, puedes recalentarlos en el horno a 350 F (177 C) durante unos 10 minutos. Evite usar el microondas ya que puede empapar la tortilla.
Sugerencias de variación
- Vegetariano:
- Omitir el pollo. Omita el pollo y agregue champiñones salteados, espinacas o pimientos morrones asados para obtener una quesadilla vegetariana abundante y sabrosa.
- Intercambio de tofu o tempeh. Para agregar proteínas, marine el tofu o el tempeh en pesto antes de cocinarlos. Esto aporta un aumento de proteínas y al mismo tiempo mantiene el plato vegetariano.
- Variaciones de queso:
- Pruebe diferentes quesos. Si bien la mozzarella proporciona un derretimiento elástico clásico, puedes experimentar con queso cheddar, Monterey Jack o provolone para obtener un sabor más rico. El parmesano añade un toque picante y salado, y el queso de cabra o feta desmenuzado ofrece una opción cremosa y picante.
- Twist de queso picante. Para los amantes del picante, el queso pepper jack proporciona un toque picante que complementa el pesto.
- Sustituciones de proteínas:
- Camarones A La Parrilla. Cambie el pollo por camarones a la parrilla mezclados con pesto. Los camarones combinan perfectamente con albahaca fresca y tomates para obtener una versión de mariscos más ligera.
- Carne de cerdo o filete desmenuzado. Para una opción más sustanciosa, use carne de cerdo desmenuzada o bistec a la parrilla en lugar de pollo.
- Pollo Asado. Ahorre tiempo usando pollo asado para una comida rápida entre semana.
- Agregar verduras:
- Verduras Asadas. Agregue calabacines asados, pimientos morrones o cebollas caramelizadas. Los sabores tostados realzan el pesto y el queso.
- Espinacas o Kale. Agregue espinacas frescas o col rizada para darle un impulso saludable. Estas verduras se marchitarán ligeramente cuando se cocinen, lo que agregará nutrición sin dominar los sabores.
- Variaciones del pesto:
- Pruebe diferentes sabores de pesto. Cambie las cosas con pesto de tomates secados al sol, pesto de rúcula o pesto de pimiento rojo asado. Cada uno aporta un sabor único a la quesadilla.
- Pesto Vegano. Utilice un pesto vegano que sustituya el parmesano por levadura nutricional, haciendo que el plato no contenga lácteos sin perder el rico sabor a queso.
- Salsas para mojar:
- Salsa Cremosa De Chipotle. Agregue un toque ahumado y picante sirviendo su quesadilla con una guarnición de salsa cremosa de chipotle. Su atrevido sabor contrasta maravillosamente con el pesto.
- Guacamole o crema agria. El guacamole o la crema agria ofrecen un equilibrio cremoso y refrescante a la quesadilla tibia y con queso.
- Marinara o Salsa. Sirva con marinara para una salsa de inspiración italiana o opte por un estilo clásico con salsa para un maridaje más tradicional.
Recetas Relacionadas
Si te sobra pesto, haz esto:
- Wrap de pollo al pesto. Un wrap rápido y sabroso relleno de pollo asado, verduras frescas y pesto, perfecto para el almuerzo o la cena para llevar.
- Pan plano con pesto de pollo. Pan plano crujiente cubierto con pollo y pesto para una comida o aperitivo sencillo pero sabroso.
- Molinetes de desayuno. Molinetes fáciles de llevar, rellenos de huevos y queso, perfectos para un desayuno o merienda rápido.
- Pasta De Pollo Al Pesto. Un plato de pasta sencillo y sabroso con pollo tierno y pesto para una comida fácil entre semana.
- Pechugas De Pollo Rellenas De Mozzarella. Jugosas pechugas de pollo rellenas con pegajosa mozzarella y pesto, creando un plato principal delicioso y con queso.
- 4 tortillas de harina grandes
- 2 tazas pechuga de pollo cocida rallado o cortado en cubitos
- ½ taza salsa pesto
- 2 tazas queso mozzarella triturado
- 1 taza tomates cherry cortado en cubitos
- ¼ taza hojas de albahaca fresca picado
- Aceite en aerosol o mantequilla para engrasar la sartén
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Coloca las tortillas de harina. En la mitad de cada tortilla, coloque capas de la mezcla de pollo al pesto, mozzarella rallada, tomates cherry cortados en cubitos y una pizca de albahaca picada.
4 tortillas de harina grandes, 2 tazas de pechuga de pollo cocida, ½ taza de salsa pesto, 2 tazas de queso mozzarella, 1 taza de tomates cherry, ¼ taza de hojas de albahaca fresca
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Dobla la mitad vacía de la tortilla sobre el relleno para crear una forma de media luna.
-
Calienta una sartén grande a fuego medio y engrasa ligeramente con aceite en aerosol o mantequilla. Cocina cada quesadilla durante 3-4 minutos por cada lado, o hasta que la tortilla esté dorada y el queso se haya derretido.
Aceite en aerosol o mantequilla
-
Retirar de la sartén, cortar en gajos y servir caliente.
Calorías: 502calorías | Carbohidratos: 20gramo | Proteína: 38gramo | Gordo: 29gramo | Grasas saturadas: 11gramo | Grasas poliinsaturadas: 2gramo | Grasas monoinsaturadas: 5gramo | Colesterol: 106mg | Sodio: 918mg | Potasio: 345mg | Fibra: 2gramo | Azúcar: 4gramo | Vitamina A: 1279UI | Vitamina C: 9mg | Calcio: 394mg | Hierro: 3mg
Porciones: 4 porciones
Calorías: 502calorías