Challah de calabaza es una receta de otoño que captura el sabor dulce y terroso de la calabaza con la textura suave y a huevo de la jalá tradicional. Es el tipo de pan que queda perfecto en una mesa de Sucot, como parte de un banquete de Acción de Gracias o simplemente como un reconfortante capricho de fin de semana.
La Challah de calabaza combina dos alimentos básicos muy queridos de las fiestas:jalá y calabaza—en un pan espectacular. Ya sea que estés celebrando una festividad judía o seas anfitrión de una cena de Acción de Gracias, este pan sin duda será la pieza central, tanto en apariencia como en sabor.
Puedes servirlo con un chorrito de miel y mantequilla derretida para un desayuno dulceo como acompañamiento de platos salados para la cena. Este pan también es el acompañante perfecto para una taza de té caliente o chocolate en una fría noche de otoño.
Ingredientes
Harina para todo uso:Use harina común para lograr una jalá más suave y esponjosa. Si desea más estructura, puede sustituirla por harina de pan o agregarle un poco de harina.
Aceite:El aceite de canola, vegetal o de girasol funciona bien. Puedes sustituirlo por mantequilla para obtener un sabor más intenso y una miga un poco más tierna.
Agua:Evite utilizar agua fría. El agua a temperatura ambiente, ya sea filtrada o del grifo, es la mejor opción para esta masa.
Levadura:Prefiero usar levadura instantánea por comodidad. Si usa levadura seca activa, recuerde remojarla en líquido tibio antes de agregarla a la masa.
Puré de calabaza:El puré de calabaza enlatado es ideal, especialmente si recién estás empezando a hacer pan. Evita usar relleno de calabaza enlatado para tartas, ya que contiene edulcorantes y especias añadidos.
Especias de calabaza:Esta mezcla de especias es opcional. Si no tienes especias de calabaza disponibles, comparto mi receta favorita de especias de calabaza en mi granola de calabaza correo.
Cómo hacerlo
A muchas personas les intimida la idea de hacer jalá desde cero, especialmente por su intrincado trenzado y su textura esponjosa. Pero aquí hay un secreto: no es tan difícil como parece.
Sí, preparar jalá lleva un poco de tiempo, como cualquier pan con levadura, pero la mayor parte de ese tiempo es para dejar que la masa suba y desarrolle sus sabores. El proceso real de mezclar y amasar es simple. ¡Vamos a verlo juntos!
Paso 01. Después de combinar los ingredientes y mezclarlos hasta que se integren, amasa la masa. Amasa durante unos 4 minutos si usas una batidora de pedestal (8 a 10 si la haces a mano), hasta que quede suave y ligeramente pegajosa.
Paso 02. Una vez terminada la amasadura, dejar reposar la masa en un lugar templado, tapada, hasta que duplique su tamaño.
Paso 03. Utilice ambas manos para enrollar cada porción de masa de un lado a otro sobre la superficie de trabajo, convirtiéndola en una cuerda larga con extremos ligeramente afilados. Enharine ligeramente cada cuerda para evitar que se fusionen durante el horneado.
Paso 04. Junta las puntas de las 3 tiras de masa. Trenza las tiras levantando cada una de ellas hacia arriba y hacia abajo, creando una trenza alta y apilada. La trenza debe ser más alta en el centro y estrecha en los extremos. Una vez que llegues al final, presiona y sella los extremos con la palma de la mano.
Paso 05. Coloque el pan de jalá trenzado sobre una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Cubra la masa y déjela reposar en un lugar cálido para que suba por segunda vez. Deje que la masa suba hasta que haya duplicado su tamaño, aproximadamente 40 minutos.
Paso 06. Prepare un baño de huevo batiendo la yema de huevo y el agua. Pinte suavemente con una fina capa de baño de huevo toda la superficie de cada pan. Espolvoree los panes con semillas de amapola o sésamo.
Paso 07. Coloque los panes en el horno precalentado (375 °F), en la rejilla central, y hornee hasta que estén dorados, aproximadamente 30 minutos.
¡Puedes usar esta masa para hacer panecillos jalá! Cómo hacer nudos para jalá Con esta receta podrás preparar fácilmente y con mucho gusto unos deliciosos bollos de jalá de calabaza.
¡Por supuesto! Puede que tarde un poco más, pero se puede hacer. La clave es trabajar la masa hasta que quede suave y firme, tal como lo harías con una batidora.
Si la masa se siente demasiado pegajosa después de amasarla, ¡no te preocupes! Esto puede suceder debido a factores como la humedad o el contenido de humedad en el puré de calabaza. Para solucionarlo, agrega gradualmente hasta ½ taza de harina, de a poco, hasta que la masa se vuelva suave y manejable. Ten cuidado de no agregar demasiado, ya que quieres que la masa permanezca suave y ligeramente pegajosa para obtener la mejor textura. Comienza con ¼ de taza de harina y agrega más solo si es necesario.
La levadura instantánea es ideal para la jalá, ya que no necesita ser activada. Si usa levadura seca activa, primero hágala florecer en un poco de agua con una pizca de azúcar y déjela reposar durante 10 a 20 minutos hasta que haga burbujas antes de continuar con la receta.
Consejos de expertos
- Usar Puré de calabaza enlatadoEl puré de calabaza fresco puede ser demasiado aguado y afectar la consistencia de la masa.
- A la hora de darle forma al pan, trenzar la masa sin apretar para dejar espacio para que la masa suba durante el horneado. Esto le da a la jalá esa textura esponjosa perfecta.
- Una clave del éxito es Mide tus ingredientes con cuidadoEl uso de una balanza digital para lograr una mayor precisión ayudará a garantizar resultados consistentes. La masa en sí debe ser suave, elástica y un poco pegajosa. Déjala reposar hasta que duplique su tamaño y no la apresures.
Almacenamiento y congelación
La jalá de calabaza se disfruta mejor fresca. Déjala enfriar por completo antes de guardarla en un recipiente hermético o en una bolsa o un recipiente hermético. Se mantendrá fresca hasta 5 días a temperatura ambiente.
Puedes congelar este pan. Envuélvelo bien en film transparente y colócalo en una bolsa para congelador durante hasta 3 meses. Para servirlo, descongélalo a temperatura ambiente o caliéntalo en un horno a 350 °F durante 10 minutos.
Más recetas con calabaza
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📖 Receta
Challah de calabaza
Challah de calabaza es una receta de otoño que captura el sabor dulce y terroso de la calabaza con la textura suave y a huevo de la jalá tradicional. Es el tipo de pan que queda perfecto en una mesa de Sucot, como parte de un banquete de Acción de Gracias o simplemente como un reconfortante capricho de fin de semana.
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Ingredientes
Instrucciones
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En un bol grande, o en el bol de tu batidora (si usas una), combina todos los ingredientes de la masa: puré de calabaza, agua, levadura instantánea, harina común, huevo, azúcar, sal, aceite y especias para calabaza (si las usas). Mezcla hasta formar una masa grumosa.
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Amasa la masa con un gancho para masa o con las manos. Hazlo durante unos 4 minutos si usas una batidora de pie, o de 8 a 10 si lo haces a mano. La masa debe quedar suave y ligeramente pegajosa. No se pegará a los lados del bol, pero sí un poco al fondo.
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Una vez terminada la amasadura, dejar reposar la masa en un lugar templado, tapada, hasta que duplique su tamaño.
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Después del primer leudado, retira la masa del bol y colócala sobre una superficie limpia. Divide la masa en 3 partes iguales.
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Utilice ambas manos para enrollar cada porción de masa de un lado a otro sobre la superficie de trabajo, convirtiéndola en una cuerda larga con extremos ligeramente cónicos. Al enrollar, presione ligeramente cerca de los extremos para aplanarlos un poco. Repita este proceso con los cilindros de masa restantes. Enharine ligeramente cada cuerda para evitar que las hebras se fusionen durante el horneado.
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Para trenzar la jalá, junta las puntas de las 3 tiras de masa. Si te resulta útil, coloca un peso pequeño encima para mantener los extremos en su lugar. Trenza las tiras levantando cada una de ellas hacia arriba y hacia abajo, creando una trenza alta y apilada. La trenza debe ser más alta en el centro y estrecha en los extremos. Una vez que llegues al final, presiona y sella los extremos con la palma de la mano.
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Coloque el pan de jalá trenzado sobre una bandeja para hornear forrada con papel pergamino. Cubra la masa y déjela reposar en un lugar cálido para que suba por segunda vez. Deje que la masa suba hasta que haya duplicado su tamaño, aproximadamente 40 minutos, según la temperatura de la habitación.
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A medida que la masa sube, coloque las rejillas del horno en la posición media. Precaliente el horno a 375 °F.
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Antes de hornear, comprueba si la masa está lista presionándola ligeramente con el dedo. Si la depresión se llena hasta la mitad, la masa está perfectamente leudada. Si se llena rápidamente y por completo, necesita más tiempo para leudar.
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Prepare un baño de huevo batiendo el huevo y el agua en un tazón pequeño. Pinte suavemente con una fina capa de baño de huevo toda la superficie de cada pan. Espolvoree generosamente los panes con semillas de amapola o sésamo.
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Coloque los panes en el horno y hornéelos hasta que estén dorados, aproximadamente 30 minutos, o hasta que alcancen una temperatura interna de 190°F. Déjelos enfriar sobre una rejilla.
Notas
- Las jalás suelen prepararse con aceite vegetal o de girasol para que se puedan servir con carne (en la tradición kosher no se sirven carne y productos lácteos juntos), pero también se pueden hacer con mantequilla. Es una cuestión de gustos personales, así que tú eliges lo que más te guste.
- Utilice puré de calabaza enlatado para obtener una mejor textura. La calabaza fresca puede resultar demasiado aguada y afectar la consistencia de la masa.
- Al darle forma al pan, trenza la masa sin apretarla para que le quede espacio para leudar durante el horneado. Esto le da al pan jalá esa textura esponjosa perfecta.
- Si tu masa se siente demasiado pegajosa después de amasarla, ¡no te preocupes! Esto puede suceder debido a factores como la humedad o el contenido de humedad en el puré de calabaza. Para solucionarlo, agregue gradualmente hasta ¼ de taza de harina, de a poco, hasta que la masa se vuelva suave y manejable. Tenga cuidado de no agregar demasiado, ya que desea que la masa permanezca suave y ligeramente pegajosa para obtener la mejor textura.
Nutrición
Servicio: 1rebanadaCalorías: 197kcalCarbohidratos: 35gramoProteína: 6gramoGordo: 4gramoGrasa saturada: 1gramoGrasa poliinsaturada: 1gramoGrasa monoinsaturada: 2gramoGrasas trans: 0,01gramoColesterol: 23mgSodio: 190mgPotasio: 98mgFibra: 2gramoAzúcar: 4gramoVitamina A: 2416Unión InternacionalVitamina C: 1mgCalcio: 16mgHierro: 2mg