Rockmill Brewery continúa con nuevos propietarios

En caso de que se haya perdido la noticia el año pasado, Rockmill Brewery en las afueras de Lancaster tiene nuevos propietarios y se está restableciendo después de unos años difíciles. En junio pasado sus operaciones fueron asumidas por Austin Caulk y Taylor Scribner, ¡quienes se comprometieron y casaron en la finca! Trabajaron duro para comprar la cervecería y finalmente ganaron una subasta a principios de este invierno.

Rockmill había atravesado un terreno difícil gracias a la pandemia y la difícil salida de su propietario original, Matthew Barbee. (También cerró Taberna del molino de roca en Columbus y su restaurante de seguimiento). Para leer la historia completa, consulte esta característica en enero de 2024 Colón Mensual.

PERO… estábamos felices de volver a conectarnos con él nuevamente durante el fin de semana del Día de la Madre. No habíamos salido desde junio de 2021 (También puedes leer mi post de 2015.), así que estuvo bien volver a tomar cervezas en el césped.

Hace unos años, Rockmill agregó una taberna moderna a la propiedad, con un bar completo, chimenea y un patio con sombra. La granja y la taberna originales se utilizaron para eventos, aunque actualmente están a oscuras.

La nueva taberna está muy iluminada con detalles en madera natural.

Hay una chimenea de piedra en un extremo.

Mientras los nuevos propietarios trabajan para reconstruir el menú de cervezas, solo hay entre 3 y 4 cervezas Rockmill de barril, junto con varios grifos más para invitados de cervecerías de Ohio, además de cócteles.

También organizan camiones de comida con bastante regularidad. (Esté atento a sus redes sociales para ver quién está de visita). A menudo hay un camión de pizzas, por lo que compramos un par de pasteles y un pretzel gigante en nuestra visita.

El patio tiene dos niveles, uno de piedra y otro de césped, con muchos lugares con sombra. ¡Los niños y los perros son bienvenidos!

Después de disfrutar de una pizza y una cerveza, caminamos más hacia la propiedad. El verdadero encanto de Rockmill es el césped gigante (originalmente era una granja de caballos) con un gran estanque y una pequeña capilla rústica. Trajimos un picnic y algunas mantas, además de un frisbee y una pelota de tenis para tirar a nuestro laboratorio negro.